La metodología de Colegio Internacional Ausiàs March es uno de sus principales elementos diferenciadores. Frente al modelo educativo tradicional, de carácter claramente logocéntrico (lo único que importa es la adquisición de conocimientos), el Colegio, sin perder de vista la evidente importancia que esta adquisición tiene para los alumnos, establece también como objetivos esenciales que durante su estancia en el mismo los alumnos sean capaces de “aprender a aprender”, en la idea de que es tan importante “lo que se aprende” como “cómo se aprende”, ya que ese “cómo se aprende” les dota de capacidades y aptitudes tan importantes como los conceptos que están aprendiendo. Como objetivo también ineludible, el Colegio concede gran importancia a la educación en el mundo de los valores, en la idea de un proyecto de educación integral que supere ampliamente al mero proceso de instrucción.
A nivel metodológico, y en línea coherente con su espíritu liberal y con los objetivos establecidos en el párrafo anterior, defiende un sistema de enseñanza personalizado, que presta especial atención a los procesos y evolución del aprendizaje. Así, se aplican especialmente los métodos activos por entender que el conocimiento real es un proceso de autoformación en el que uno termina siendo el principal artesano de sí mismo. El niño cuando mejor aprende es cuando lo hace personalmente – experimentando, observando, reflexionando – a través de un proceso de autoactividad basado fundamentalmente en el razonamiento como elemento de adquisición de aprendizajes, y no solo en la memoria como se ha hecho tradicionalmente.
La idea no es partir de la adquisición del conocimiento como punto de partida, sino llegar a él como punto de destino, ya que entre ese punto de partida y la adquisición del conocimiento como punto de destino hay una serie de procesos o de procedimientos que son tan importantes para los alumnos/as, como la adquisición del propio conocimiento. Eso determina la utilización de todos los elementos metodológicos al servicio del profesor/a (libro de texto, laboratorios, apuntes, pizarras digitales, ordenadores, etc.) de forma que el alumno/a aprenda a trabajar con todos ellos y pueda elegir aquel que mejor se adecue a su propio estilo de aprendizaje.
Todo ello desemboca en una metodología mucho más activa, y por tanto mucho más motivadora, que en los sistemas tradicionales.